Reflexión.
Ni suplico al aire para mi pecho,
ni dejo que la helada roja
se detenga en mi cuerpo;
ni siquiera empujo al viento.
Lamento.
Pero, mis párpados
jamás se ahogaron
con la tempestad de dentro.
Esperanza.
El eco pasa,
yo no lo quiebro.
Algo se revela,
y soy parte de ello.
Realidad.
Late,
crece
en un grito oculto;
en la diminuta burbuja
que expande
y cobra vida.