El poemario se desgaja bajo la cubierta agrietada,
donde escapan versos con jugos de sabores imposibles. Olores que desplazan al árbol que les dio vida.
Poemas en gajos dispersos, cascadas de sensaciones, gotas que llegan hasta el pie del olvidado.
Frases sin versos, versos convertidos en palabras, palabras mudas en cada letra.
Letras en silencio,
Y yo sin ti.