Una caja en el desván
a salvo del azote de los vientos.
sueños que desembocaron
en los cauces vacíos,
en los alfabetos de oro
encerrados en cuadrículas de cenizas.
Una sábana azul
impregnada de aromas,
el billete de un tren consumido
en la factura de un pecado
y el perfume sin abrir
que cubre los despojos.
Una ruta con un destino equivocado
el rojo hecho jirones
fragor de espumas.