Cual líquida memoria la pasión escapa de mi entraña,
densa trampa derramada
en la viñeta y desespero de mi vientre.
Lejano ardor de muerte,
invocas todo aquello que fue engaño
en el fúnebre y finito espacio de la espera.
Te espero…
aunque te nublen malezas y matorrales
entrelazando pesadillas y opresiones
en los poblados manantiales,
seco oasis de mi lecho.