Me duele tu nombre
Solo queda el silencio,
pisadas de ayeres
olores de lluvia
de aire y escarcha
Solo queda a lo lejos
letanías placeres
sobre pies cansados
del olmos que mueren
Flotando en palabras
entre las ramas secas,
se abren mis manos
y duele tu nombre
Solo queda mi paz
de mirada triste,
y un color apagado
que atrapa luz entre sombras.
Se empequeñece el alma
del parque cercano
al banco de hierro
desde el cual me mirabas
ausente.