ECUACIÓN
Fuiste la incógnita que no supe resolver. Puse en juego mi mejor estrategia, avancé en la tersura del recuerdo para intentar fórmulas que convocasen el hechizo.
Pero te me escondiste entre cifras esquivas y letras diminutas. Y el examen falló en la materia que marcó la más triste de todas mis derrotas.