¡Landlord,
close the door!
Con acento bruñido, curtido en asfalto
y licor de rancia presencia,
derrama quién su voz amarga
y resguarda el silencio.
Aire dilatado,
presencia de maniquí de polvos blancos.
Efecto que inunda la estancia
y embiste como ráfaga dispersa,
como dardo contra quien echó la aldaba.
Atmósfera de sensaciones
de risas con antifaces
y diamantina engalanada.
[Por la ventana asoma el árbol,
¿crujido o lamento?
Se perdió en la neblina larga.]
¿Shall I walk you home?
Recién se inaugura el solsticio de otoño.
Se encarama sobre la flecha y atraviesa:
el efecto.