Cual líquida memoria
la pasión escapa de mi entraña,
espesa trampa que se derrama
en la viñeta desesperada de mi vientre.
Lejano ardor de muerte
tuerces aquello que fue engaño
en el fúnebre y finito espacio de la espera.
Te espero,
aunque te nublen malezas y matorrales
entrelazando pesadillas y opresiones
en los poblados manantiales
seco oasis de mi lecho.