Orfandad, por amarte tanto
Lacerada de caricias, de soles que se estrellan en mi carne. Aires que sofocan, besos que restringen pasos y estúpidas auroras regalando flores.
Soy huérfana de tu imagen, de lamentos por las noches cuando atravieso lunas muertas.
Escondida entre las montañas alimentan mi fuego, con el atisbo de mi corazón que cubre un corazón entero.