La convivencia

LA CONVIVENCIA Últimamente hay mucha violencia en el pueblo. Los vecinos discuten acaloradamente y algunos llegan a las manos, los niños se tiran piedras a la salida del colegio, las mujeres se pelean por cualquier nimiedad y hasta los perros…

Cada cien siglos

Cada cien siglos nace la flor del sueño y al instante muere Floreces en el huerto que los dioses cultivaron bajo la cúpula en la que sola habito

Alma confinada

Sobre el trinche de su recámara yace la fotografía de sus padres. Sonrientes, ignorantes de la calamidad que en negra cascada les depara la vida. Desde la cama, repasando los momentos felices, él distraído, les observa. ¿Alguna vez fue simple…

Resignación

Me resisto al naufragio de la resignación, rodeando la esperanza que nunca se termina. Con un nido absorto de palabras rotas y latidos fragmentados, y la abyecta incertidumbre incrustada en la frente de mis huellas y un nudo de gargantas…

Amor callado

El reloj del universo acuna en su regazo tiernos refugios inmaculada perfección de los recuerdos. mientras teje con sus hebras de misterios siderales la magnífica luz de las quimeras milenarias, para rendirle homenaje a un amor callado.

Ansias

En una cesárea de ansias, el pájaro-hembra se abrió el vientre con su propio pico. Necesitaba, urgentemente, arrullar bajo sus plumas a sus vástagos de huevo. No le importó la sangre, ni el dolor, ni la vasta soledad que le…

Sin tiempo

Se paró el reloj de la biblioteca, los libros recitaron párrafos impersonales y los poemas se mezclaron en confusión bailando sus letras con ritmos esenciales entre abrazos y besos de sepias prestados, con ausencias sin voz que recuerdan caricias pasadas,…

Del Libro del Porqué de Neruda

¿Quién es aquella que te amó en el sueño mientras dormías? Todos los días te veo dejar frente a su mora- da, un ramito de jazmines, posado sobre la verja. No sabes que estoy allí mirándote a oscuras, no imaginas…

Sombras Diurnas

En los reflejos de un atardecer marchito llueven tus ojos de nube, como sueños perdidos en el encaje amarillo. Espectro de sombras diurnas ¡odias las rosas rojas! enigmas de ausencias, por verdades inventadas en su tallo. Su luz fue silenciada…

¿Qué puedo hacer?

¿Qué puedo hacer, oh humanos de mi mundo?, pues no me reconozco a mi mismo. No soy del Este, ni del Oeste, ni de la tierra, ni del mar. No soy de la mina de la Naturaleza, ni de los…