Debí asesinar a los hermanos Grimm. Había una vez… una princesa. (Esa fui yo) Me cobijaba una sábana de rocío, una capa confeccionada con el olor de tu piel junto a un anhelo tejido con hilos dorados. Argenta abrazando mis…
Yo te mostraría mi alma pero me da pena. Esta tan desgarrada que no está para muestra. Parece pordiosera, va por las calles lejanas y muertas. -se tapa la cara- mustia le da vergüenza.
Eres escarcha que quema y yaces como hielo que sofoca en el cuerpo habitado en el estanque de los lirios temblorosos, bajo la avalancha de tristeza.
Con ramalazos de ardor y desapego incrustado como vela entre la piel, bordo en la memoria el tapiz al que tus manos renunciaron.
El fuego me ató a sus brazos. Jugando con sus caricias me refugié en la hoguera intuyendo el castigo inquisidor. -Con la llama, sangra el espino y se desprende el hilván redentor- Pereceré, mientras me seduce la tortura y la…
Tejedor de cuerdas que busca su origen armando un nuevo pasado La fuente el mismo origen donde se teje y des-teje una aternidad sin nombre sin lugar Die Walkirie
Cómo el tejedor de cuerdas viro los hilos de mi pasado alcanzando la fuente desde allí hasta la eternidad
Aquel sueño recorrió los lugares más inhóspitos del hombre hasta encontrar su rincón preferido: el odio siempre hallará un nido donde refugiarse. Manuel Cubero
Tus palabras, las escucho como a la cera cuando resbala y la llama le ruega ayude a llorar sus penas.
El viento no existe Lo inventó el cielo para correr entre las enramadas del olvido Lo inventaron el sol y la luna para negar su amor y no encontrarse nunca Y le inventó el hombre para comprender.
Arlequín imposible entre plumas primavera. Carnaval de esperanza imprime sellos al silencio Arañas de fuego en cristal y almendros en flor sin empaño pincelan el paisaje. Mientras el salón danza alegorías iridiscentes destellos calidoscopio.
Extiéndeme los brazos. Atrás la noche pesa con su aroma de látigos buscando tu alivio. No te llamaré, no te llamaré cuando el fuego secuestre el mundo y busque un rincón sobre otros labios. Oculta la soga de tu ayer,…