Suspiro blanco II Carmín agua que bebo desde las puntas de tus dedos invadida por el aroma de las algas y el hilo invisible que rompe tu presencia Atada de mimbre y orgasmos espero tu boca, montaña ardiendo y enumero…

Te deslizas por mi historia describiendo el pulso con la imaginación de un arquitecto ciego que reconoce el hambre y ofrece sus palmas a mis pechos, que le dibujan la luna en homenaje a la otra luna que aguarda más…

Una hora Me acerque hacia ti y el tiempo se detuvo transcurriendo El grana intenso de mi boca desaparecía en tu inquietud y acaricié tu lengua hasta el hartazgo Agité tu cuerpo toqué tu alma con la poesía no escuchada…

Anda por el mundo temerosa de mentiras de perfumes vencidos del silencio que modifica gestos. Graciela Wensebalt

Sola Me precipité ciega ante el resplandor del rayo sorda ante el fragor del trueno y corrí hacia ti sin darme cuenta que me encontraba sola trenzando el arco iris.

me persigue un tropel de relojes despavorida mi sombra huye tratando de alcanzar el infinito no siento el rigor de otros tiempos la muerte se enmascara en el segundo que se enreda en la espiral del tiempo caen los disfraces…

Estas son letras que uno para formar palabras con otros, tinta sangre que adentrar en las venas, hermanándonos; arterias sanas en donde todo fluya sin fronteras, vasos comunicantes, libres, andantes, manos estrechadas en señal de bienaventuranzas, siempre, de deseos benignos…

un verso tan bello, como la tierra que me evade. Que se ahogue la luna en el cielo y se incendie el mar para que ya no se oculte nada y logremos mirarnos todos, iguales; que se extiendan los bosques…

Te regreso tus sueños. No descansaré sobre la escarcha ni compartiré el destierro tras la ventana lacrada. Perteneces a las arenas que invaden los miedos ahogados, durante el fuego del anochecer. Cielos de poros sangrantes en el véspero del insomnio…

Ante un espejo incrédulo me consumo sin retoques el animal de mis párpados se extingue en el vuelo que atormenta sueños desnuda, escribo un párrafo de lunas para buscarme en tus manos Valeria Duque

Cuando el horizonte fingió ser lejano, escondió la verdad. El mar con sus olas moldeó la daga; se la robó al viento y cruzó el eco para librar la batalla del adiós. Tras bambalinas la luna escuchaba el falso parloteo.…

Hoy, día del padre, subo de nuevo este poema que dejé hace un tiempo pero que sigue caminando en mi memoria. Los poemas son así. En fin, cuando no podemos olvidar demos gracias a Ds. y sigamos recordando. Vive en…