Nunca pensé que seríamos bruma, que sería imposible tendernos la mano.
Yo quería abrir las cortinas, poner en el radio las canciones de amor que tanto me gustan, saltar sobre la cama, tener sexo a toda hora.
Pero me muerdo la lengua, y me mantengo lejos de tu pecho.
Evitando volverme trascendente.