Tengo 89 años,
90 quizá
A ciencia cierta no lo se.
Mis padres no lo recordaron,
mis hermanos no lo supieron jamás.
A mis años, ya que importa
uno o dos más.
Si me quieres ver joven,
recuerda mis 89.
Si me quieres ver vieja
recuerda mis 90.
No olvides que mis sentidos están dormidos,
mis sentimientos empañados
por las historias de la vida
que he visto pasar.
No por el mundo, ni su estilo,
sus modas o su construcción,
tampoco por eso que llaman sofisticación,
ni esto más, que solo es complicación.
No por este mundo a expensas de las guerra
que busca lo mismo al final
sin saber porque comenzó ni porque terminó
¡como si a aquel joven alguna vez le fuese a importar!
Es a la historia de mis gentes, de mis amores,
de mi vivir a quien extraño.
Ver envejecer, morir saber dejar ir.
Esto, es lo que empaña mis sentidos;
y tu atardecerse convierte en mi amanecer.
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Dulces Menudencias
enero 7, 2005 at 10:53 p01 (Poema)
Te llevo entre los pliegues de mi falda,
con las migajas del pan del desayuno
y el azúcar del café que se ha caído.
No lo sacudo.
Te escondo replegado en mi regazo,
descubriendo mis piernas al tomarte
cuando aprieto el género
en el eje de mi amparo.
No deseo que se sepa
no ventilaré el recuerdo
de tu amor en el estío.
Limpio la mesa, no tiro
no enjuago.